sábado, 11 de junio de 2011

Join or die.

Después de ver hace unos meses “El discurso del Rey” (una de esas diez o quince buenas películas que podemos ver al año), traté de averiguar la trayectoria de su director, un tal Tom Hooper. Ha dirigido varias series de TV y algunas películas, concretamente cuatro. En la mayoría de ellas cuenta historias reales. Y en muchos casos se pueden considerar dramas políticos. Un claro ejemplo es la serie “John Adams” que he podido ver de un tirón durante estas dos últimas semanas. Siete capítulos en los que se narra el nacimiento de EE.UU. a través de la vida de uno de los padres fundadores, John Adams, el cual llegó a ser el segundo presidente de los EE.UU. La serie es excepcional. Los quinientos minutos de la serie transcurren entre la matanza de Boston y la muerte de Adams, casualmente el mismo día del fallecimiento de Jefferson.


Adams y Jefferson, jugaron un papel fundamental en la construcción de aquella nación. Fueron los verdaderos pensadores.De hecho Jefferson redactó la Declaración de Independencia. Viajaron por Europa, sobre todo por Francia, para buscar apoyos y quitarse a los ingleses de encima. El retrato de los franceses que aparece en el film resulta patético: auténticos payasos y viciosos. Ese apoyo que consiguieron, no fue devuelto cuando a los pocos años los franceses se aficionaron a la guillotina. Se siente.

En una de las escenas aparece la construcción de la Casa Blanca. Adams fue el primero en habitarla aunque estaba sin acabar. En su construcción intervinieron negros…me imaginaba a Obama y su familia el jueves por la noche, días más tarde de brindar con la Reina Madre, sentados cómodamente en el sofá, con sus chancletas de dedo y emocionados.

Cuando Adams entró por primera vez, pronunció una frase que por lo visto ha sido grabada en algún rincón de la casa:

Rezo al Cielo para que otorgue las mejores bendiciones a esta Casa, y a todos los que en adelante la habiten. Ojalá que solo hombres sabios y honestos gobiernen siempre bajo este techo

Entonces me acordé de Nixon y de Clinton.

Detrás de la película hay oficio. Saber hacer. Cualquier serie española no aguanta un asalto con “John Adams”. La caracterización de los personajes es perfecta. La ambientación es espectacular. La narración es poderosa. La música ya te acompaña hacia algo grande en cuanto suenan los primeros acordes. Join or die.

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