sábado, 7 de mayo de 2011

Sol de mayo.



Sábado. Cuatro y media de la tarde. Ahora parece que se quiere ver el sol en la piedra del Chinte. Y ahora, otra vez, en la verdura de toda la huerta. Las hojas de la parra que hay debajo de mi ventana se han quedado descolocadas, confusas quizás, después de la tormenta de hace un par de horas. El ritual de la sal ha funcionado otra vez. Sólo han caído unas piedrecillas del tamaño de un garbanzo entre un manto de agua. Qué bien huele la tierra recién mojada.



Los vinos de Jumilla se pondrán de moda en los próximos años según uno de los mayores expertos del mundo (ahora no recuerdo el nombre). Con el vino de Jumilla, con la tormenta de mayo recién caída, y con la tormenta de mayo que quiere volver a caer, voy a reunirme con Morfeo durante unos minutos. También podría reunirme con el cinerama de la "Conquista del oeste". Vamos a seguir un orden. Primero será Morfeo. Después "La conquista del Oeste". Cuando salga de los dos sueños...el sol de mayo.

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